
Pocos hombres quieren que los sorprendan mirándote amorosamente a los ojos en un café, o acurrucados contigo en un bar deportivo mientras miran un partido de fútbol en la pantalla. Pero ciertas demostraciones públicas de afecto sí les gustan, incluyendo...
El brazo entrelazado Esa informal manera en que entrelazas tu brazo con el de tu chico mientras caminan juntos por la calle puede parecerte irrelevante, pero es uno de esos gestos que hacen sentir fuertes, protectores y deseados a los hombres, aunque en realidad sean más flacos que un palillo de dientes.
La caricia furtiva La clave de esta caricia bajo la mesa radica en saber la diferencia entre lo que es sexy y lo que es inapropiado. Deja que tu mano recorra su muslo, y si se desvía un poco más arriba, mejor. Ese sentimiento de cometer un “acto prohibido”, de saber que hacen algo que los demás ni sospechan, excita mucho a los hombres, sin contar con que aumenta sus expectativas sobre lo que sucederá más tarde.
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