jueves, 31 de julio de 2008

La Anorexia


La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal.. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo.
Causas
Aunque hay muchos factores socioculturales que pueden desencadenar la anorexia, es probable que una parte de la población tenga una mayor predisposición física a sufrir este trastorno, independientemente de la presión que pueda ejercer el entorno. Por ello existen de factores generales que se asocian a un factor desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica, que es lo que precipita el desarrollo de la enfermedad.
La propia obesidad del enfermo.
Obesidad materna.
Muerte o enfermedad de un ser querido.
Separación de los padres.
Alejamiento del hogar.
Fracasos escolares.
Accidentes.
Sucesos traumáticos.

Síntomas
Esta patología se caracteriza por una pérdida significativa de peso provocada por el enfermo y por una percepción errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas endocrinos se hacen evidentes en un espacio de tiempo relativamente corto. Los principales síntomas que determinan la aparición de la enfermedad son los siguientes:
Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.
Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea). Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, amenorrea, dolor abdominal, vómitos, etc.
Pero es la familia la que detecta los síntomas que dan la voz de alarma:
Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos
Constante sensación de frío
Reducción progresiva de los alimentos
Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte
Utilización de trampas para evitar la comida
Hiperactividad
A estos síntomas se le suman otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas, náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico:
Abstracciones selectivas
Uso selectivo de la información.
Generalizaciones
Supersticiones.
Se magnifica el lado negativo de cualquier situación.
Pensamiento dicotómico.
Ideas autorreferenciales.
Inferencia arbitraria
En cuanto a las consecuencias clínicas, los síntomas son los siguientes:
Las pulsaciones cardiacas se reducen.
Se producen arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
Baja la presión arterial.
Desaparece la menstruación en las mujeres (amenorrea).
Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la velocidad de crecimiento.
Disminución de la motilidad intestinal.
Anemia.
Aparece un vello fino y largo, llamado lanudo, en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
Estreñimiento crónico.
La disminución del gasto energético produce una sensación constante de frío.
La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carótenos en las glándulas sebáceas.
Las uñas se quiebran.
Pérdida de cabello.
Problemas con los dientes y edemas periféricos.Hinchazones y dolores abdominales.

Tratamientos
Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos:
Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por parte de los médicos de atención primaria y de los protocolos que fijan los criterios que el médico debe observar.
Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría, endocrinología y pediatría.
Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta, con visitas regulares. Las hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo que supone una desconexión del entorno que puede perjudicar el desarrollo normal del adolescente. Por ello son aconsejables, siempre que se pueda, los tratamientos ambulatorios.
El ingreso en un centro médico es necesario cuando:
La desnutrición es muy grave y hay alteraciones en los signos vitales
Cuando las relaciones familiares son insostenibles y es mejor aislar al paciente
Cuando se agravan los desórdenes psíquicos.
El tratamiento ambulatorio es eficaz cuando:
Se detecta de manera precoz
No hay episodios de bulimia ni vómitos y existe un compromiso familiar de cooperación.
De esta manera se inicia el tratamiento con la realimentación, que en ocasiones puede provocar molestias digestivas, ya que el cuerpo no está acostumbrado a ingerir alimentos. Con el tiempo se restablece la situación biológica y vuelve la menstruación. Después comienza el tratamiento psicológico, que intenta reestructurar las ideas racionales, eliminar la percepción errónea del cuerpo, mejorar la autoestima, y desarrollar las habilidades sociales y comunicativas entre el enfermo y su entorno. La familia debe tomar parte de manera activa en el tratamiento porque en ocasiones el factor desencadenante de la enfermedad se encuentra en su seno y, además, la recuperación se prolonga inevitablemente en el hogar.
Otros datos
La edad de inicio de la anorexia se sitúa en la primera adolescencia, en torno a los 12 años, si bien la población más afectada se encuentra entre los 14 y 18. Es más frecuente en las clases sociales media y media-alta. En un 95 por ciento de los casos la anorexia afecta a mujeres jóvenes, aunque en los últimos años se ha producido un aumento en hombres, en mujeres adultas y en niños. Existen colectivos más propensos a sufrir estos trastornos, es el caso de las gimnastas, las bailarinas o las modelos. En la anorexia nerviosa se pueden distinguir dos subtipos:
Subtipo restrictivo: la reducción de peso se consigue mediante dietas o ejercicio físico intenso y el enfermo no recurre a sobreingestas, atracones o purgas.
Subtipo bulímico: El enfermo recurre a las purgas aunque haya ingerido una pequeña cantidad de alimento.

sábado, 19 de julio de 2008

Mal aliento??


Mucha gente atribuye una gran importancia al aspecto social del mal aliento. Las personas que sufren de mal aliento o halitosis pierden la confianza en sí mismos, viven con un miedo constante de ofender o molestar a otras personas y es una situación agotadora que disminuye la calidad de vida.
En ocasiones puede parecer un mal menor que no afecta para nada a quien lo padece, pero que molesta a terceros y resulta, en definitiva, muy perjudicial para las relaciones personales. El mal aliento suele ser insoportable para todos menos para quien lo padece. La explicación a este hecho radica en que las células nasales capaces de detectar el olor acaban por no responder al constante flujo de efluvios fétidos, por lo que la persona no se da cuenta que tiene mal aliento.
Pero veamos el mal aliento también es conocido como Halitosis, la Halitosis es la presencia de mal aliento y un problema que muchas personas padecen alguna vez en su vida. Se calcula que el 40% de la población sufre o sufrió de halitosis en algún momento de su vida.
La Halitosis o mal aliento se atribuye a diversas causas, entre las que destaca la mala higiene bucal caracterizada por un cepillado incorrecto, falta de uso de enjuagues antisépticos, enfermedad de las encías, la ingesta de ciertos alimentos, como cebolla o ajo, el fumar, tomar, la sequedad bucal (provocada por medicamentos, trastornos clínicos y por disminución del flujo salival durante el sueño o enfermedades sistémicas como cáncer, diabetes, hígado y trastornos hepáticos .
Una de las formas de saber si se tiene mal aliento es cubrirse la boca y la nariz con la mano, exhalar y oler el propio aliento. Otras de las maneras es preguntarle a alguien de confianza o a nuestro odontólogo si tenemos mal aliento, un gran número de personas sufren de “aliento matinal” provocado por un flujo salival reducido durante el sueño que hace que los ácidos y otros restos alimenticios se descompongan en la cavidad bucal.
El cepillado, la limpieza profunda con hilo dental el uso de un enjuague antiséptico como antes de irse a dormir y luego en la mañana, al levantarse, es un factor que ayuda a disminuir el problema.
La Halitosis o mal aliento se puede prevenir siguiendo estos simples consejos:
* Evite los alimentos responsables del mal aliento y además:* Cepille profundamente y de manera correcta sus dientes por lo menos dos veces al día y realice una limpieza con hilo dental para retirar la placa bacteriana y restos de alimentos. Cepillar la lengua también reduce el mal aliento y por último usar diariamente un enjuague antiséptico.* Si usa prótesis removibles, retírelas todas las noches y límpielas minuciosamente antes de volver a colocárselas.* No fumar. El tabaco provoca mal aliento y es el principal factor de muchas enfermedades.* No permanecer muchas horas sin ingerir alimentos. Es recomendable tomar una manzana entre comida y comida. Es importante aumentar el consumo de verduras crudas que ayudan a proteger las encías.* Hay que beber agua para mantener oxigenada la boca, como masticar un trozo de limón, con cáscara, durante un par de minutos tras las comidas. Pastillas y goma de mascar con menta (y siempre sin azúcar) también son una ayuda.

martes, 1 de julio de 2008

Cómo y cuándo puedo saber si estoy embarazada



Si te estas haciendo estas preguntas, es muy probable que estés muy angustiada y nerviosa, ya sea porque estás buscando un embarazo o porque no lo estás buscando.
Lo primero que te aconsejo, es que te tranquilices. El nerviosismo y la angustia no te ayudarán. Muchas veces al ponernos nerviosas y tensas, la menstruación tarda en bajar. Incluso la sugestión puede causar un retraso en la regla.
Durante la ovulación que suele suceder alrededor del día 14 contando desde el primer día de tu última menstruación (en un ciclo menstrual de 28 días), un óvulo es liberado por alguno de los dos ovarios. Este óvulo se aloja en las trompas de Falopio, donde se produce la fecundación por parte de un espermatozoide. El óvulo fecundado, ira bajando poco a poco por las trompas de Falopio durante aproximadamente una semana, hasta llegar al útero, donde se fijará a la pared uterina. Cuando el óvulo fecundado se fija al útero, comienza a segregar la hormona hCG, que es la que provocará los primeros síntomas del embarazo.
Por otra parte, es la presencia de esta hormona la que se detecta en las pruebas de orinas o de sangre para confirmar o no un embarazo.
Aparte de saber cuáles son los primeros síntomas del embarazo, es muy probable que te interese saber cuándo aparecen los primeros síntomas del embarazo, y cuándo puedes realizarte un test de embarazo.
Las pruebas de orina son muy fiables, pero si tienes sospechas de estar embarazada y los test te dan negativos, y pasan los días y la regla no baja, entonces debes ir al médico. Puede haber falsos negativos, ya que quizás estés embarazada pero los niveles de hCG en la orina no sean suficientes para detectarse, por lo que deberán hacerte una prueba de sangre, que es mucho mas precisa, o una ecografía, que también es muy precisa. O, también puede suceder que no estés embaraza, y entonces tengas algún problema de salud y debes ir al médico. No te dejes estar.
Por otra parte, si la prueba de orina te da positiva, estas embarazada, ya que no hay falsos positivos.